Lugar de paso de La Ruta dels Refugis, la historia de la Mussara se remunta a centenares de años atrás. Actualmente es un pueblo deshabitado, pero caminando por allí, aún se ven restos de un estilo de vida. Agregado en Vilaplana, se encuentra la Sierra de la Mussara y forma parte de las Montañas de Prades, en la parte norte de la comarca del Baix Camp.
Las vistas son imponentes, con todo el Camp de Tarragona a los pies, te sientes como un pájaro sobrevolando caminos históricos.
El primer documento que encontramos que hace referencia al pueblo es un escrito entre el Rey de Aragón Alfonso I y el Arquebisbo de Tarragona, Don Guillermo de Torroja, donde se menciona el nombre de “Zamuszarra” (Mussara).
Pues bien, se supone que todo empieza con los sarracenos, que al ver el espacio estratégico, se cree que se asentaron dependiendo del valí de Siurana. A lo largo de los siglos, el pueblo se fue habitando y aumentando el número de masías, hoy en día, todas abandonadas.
Poco a poco, las guerras carlinas, la guerra civil y la difícil supervivencia, favoreció que la población fuera variando hasta ser unas 12 personas el año 1960. El clima, la situación geográfica y el ambiente mediterráneo tan árido, fueron el colofón de este despoblamiento. La manca de agua frenó la agricultura y la misma vida del pueblo.
La niebla era protagonista y hoy en día aún se conoce un canto que dice:
“Madre, si marido me llevas
no me lo lleves de la Mussara
que la niebla siempre yace
y la tierra no me gusta”
La vida no era fácil. Sin tiendas, tenían que bajar en Reus y en Vilaplana a comprar, aún así, se tiene constancia que en ciertas épocas llegó a haber hasta dos tabernas.
A 990m sobre el nivel del mar y a tocar del risco de las Airasses, si nos situamos en el mirador y en días claros, se puede ver el Delta del Ebro e incluso las Illas Baleares. Entre caminos y senderos, es una zona muy conocida por sus numerosas rutas, tanto a pie como en bicicleta. Es uno de los lugares más bonitos del sud del Camp de Tarragona que no deja indiferente a nadie.